Argenway organizó un webinar estratégico invitando a sus principales asesores en el desarrollo de Hampton by Hilton Rosario, con el objetivo de intercambiar ideas y visiones sobre la coyuntura política, económica y su impacto en los desarrollos hoteleros de nuestro país en general y de Rosario en particular.
Walter Castro fue quien dio un primer punto de vista sobre la coyuntura
“El panorama económico de la Argentina está, desde hace más de una década, en un proceso de estancamiento y ahora profundizado por la pandemia. Hay similitudes con otras crisis del pasado, pero la diferencia está en la velocidad de la caída: en esta ocasión se da lentamente pero con golpes fuertes, con mucha profundidad. En fin, todas las crisis económicas son acumulativas en términos de pobreza, es por eso que el modo de recuperación será en forma de raíz cuadrada. Sin embargo, luego de estos períodos, aparecen oportunidades para los sectores que consigan sobreponerse. Cuando esta etapa concluya, se perfila una Argentina mucho más barata en dólares y con un sistema de créditos licuado. Es por esto que los ahorristas van a encontrar en la construcción un refugio de valor, porque si algo se aprendió en Argentina es que con dólar barato conviene construir.”
“Hoy la realidad es que el costo de la construcción medida en dólares está muy depreciado y para quien tiene ahorros, justo en este momento de incertidumbre o riesgo, es una forma de ir a un resguardo seguro, sabiendo que en el futuro esos valores se van a recomponer. A largo plazo el valor de las propiedades siempre crece, por supuesto que es variable en función de la ciudad donde se está invirtiendo, pero siempre es una escalera para arriba” informan desde el sector inmobiliario de Rosario
“El buen inversor en Argentina debe tener timming, porque el dólar tiene saltos y la cámara de construcción se ve afectada. La idea de resguardo es más macro y tiene una capitalización lenta, pero es el inversor oportunista el que tiene ese timming, para entrar y salir en los mejores momentos, analizando las variables” añadió el referente de la construcción rosarina
“El ladrillo no solamente es resguardo de valor, muchas veces se da como en este caso: si el costo de la construcción está bajo y el desarrollador te permite a vos como inversor ingresar a un buen valor, generás una rentabilidad extra. Ese es el timming, los momentos de ingreso y salida de una propiedad, es lo que define a un buen inversor inmobiliario”.
Además de las inversiones inmobiliarias tradicionales, en Argentina está surgiendo una interesante alternativa que brindan los “condo” hoteles. Desarrollos de nuevos establecimientos, como Hampton By Hilton Bariloche, se han financiado a través de este mecanismo, que incorpora a una gran cantidad de inversores.
perfil del inversor que busca estas variantes: “El inversor ideal en estos fideicomisos hoteleros es el que ve el negocio a largo plazo, no es para salir en el corto porque no estaría en sintonía con el horizonte hotelero, que se banca muy bien los vaivenes pero lo tenés que mirar a 15 o 20 años”.
Walter Castro se refirió al rol del mercado inmobiliario en el país: “Argentina es un país que no tiene un sistema de crédito formal robusto, por mil razones: por la inflación, porque la gente desconfía de los bancos, por la presión tributaria enorme que incentiva la economía informal y quita accesibilidad al sistema bancario. Entonces Argentina es un país con muchas vacilaciones e incertidumbres donde la única certeza es que cada tanto hay una crisis. En ese contexto los ladrillos son un respaldo de valor que además le ha ganado al dólar, porque no todos son conscientes que el dólar también tiene inflación. Cuando vos mirás que los precios de las propiedades subieron en dólares en parte es por eso. Quizás la renta no sea alta pero sí sirve para conservar valor.
“Los argentinos somos ‘rambo’ en términos económicos, somos apenas supervivientes de las crisis, vivimos acostumbrándonos a contextos muy cambiantes y antes de que una tormenta pase ya estamos buscando el vehículo que nos permita seguir. En este sentido, un fideicomiso puede ser un valioso instrumento, al que entrás por intuición y confianza. Los fiduciantes son un grupo de gente que entra en un “pool” de un negocio armado a su medida que intuyen que ahí les va a ir bien y tienen confianza de cómo el desarrollador lo va a ejecutar.”
Finalizando y reafirmando su visión de la actualidad, el referente hotelero expresó: “El turismo con este tipo de cambio alto va a estar bien, tanto del receptivo como de negocios” y añadió: “Un fideicomiso hotelero en los próximos años será más atractivo que comprarte un departamento chico y ponerlo en alquiler”.
Fuente: on24